Esta
es nuestra primera salida del curso que acaba de empezar. La ilusión se
vislumbra en el rostro de los excursionistas; alegra el encontrarte con amigos
que no habías visto desde el verano, y el éxito de la misma está garantizado
por el autobús completo.
Es
atractiva la excursión. Vamos a visitar el Museo de la Seda, la Iglesia de San
Nicolás y la exposición de pintura de Ignacio Pinazo.
Puntualmente
llegamos a Valencia, y antes de empezar lo que va a ser un día intenso
reponemos fuerzas en los alrededores del Museo de la Seda.
Estamos
en el centro histórico de Valencia. El Museo está situado en el carrer
Velluters, junto el Antiguo Hospital. Las intricadas callejuelas y plazoletas
ya nos invitan a deambular y admirar desde afuera la magnifica restauración de la Antigua sede del Colegio del Arte
Mayor de la Seda.
Desde
allí, nos trasladamos a pie por una de
las zonas más bonitas del antiguo casco Histórico de Valencia. Pasamos por
delante de la Iglesia de los Santos Juanes, el Mercado Central, con sus bullicioso
entorno, y de repente, la imponente visión de la magnifica Lonja, ejemplo
singular del Gótico Civil Valenciano. Alrededor de La Lonja,
nos dejamos llevar por las callejuelas y plazoletas que conservan el sabor de
la trama urbanística antigua, hasta desembocar en la plaza de la Iglesia de S.
Nicolás, segunda visita de la mañana, en la que aprovechamos para hacernos
fotos del numeroso
grupo y de los alrededores de la Iglesia.
Ya
acabada la visita, seguimos por la Calle Caballeros en busca de un descanso merecido y nos dirigimos hacia las Torres
de Serrano, emblemático lugar dónde los haya en Valencia, dónde nos tomamos un
pequeño refrigerio en espera de la llegada del bus para trasladarnos a la
Escuela de Hostelería dónde teníamos la deliciosa comida esperándonos. Siempre
nos sorprenden sus alumnos con su bien hacer y la calidad de sus platos.
Comida
agradable y buena, tertulia, conversaciones, fotos, compañerismo, en fin.....de
eso se trata: la convivencia, elemento vertebrador de la Asociación AESCU,
acompañado del enriquecimiento del saber y del disfrute de la compañía de sus componentes.
Ya
luego del café, nos desplazamos hasta el Museo de Bellas Artes, dónde se expone
el cuadro de Ignacio Pinazo, traído expresamente del Museo del Prado por ser este
el año Pinazo: se conmemora el centenario de su muerte.
Ya
acabada la visita, volvemos hacia Gandía después de un día intenso, un poco
cansados, pero muy satisfechos.
Una
vez más, conseguido el objetivo.
Hasta
el próximo viaje y gracias por vuestra compañía y participación.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada