dissabte, 5 de novembre del 2016

V.V.Ojos Negros 28-10-16

Solamente el nombre es suficientemente sugerente para despertar nuestro interés en conocerla. Si a esto le añadimos que pasar una mañana caminando entre pinos, retama, algarrobos, frutales, etc …en plena naturaleza y en compañía de un grupo de compañeros y amigos haciendo ejercicio saludable y placentero, entonces, la elección es acertada.
La Vía Verde de Ojos Negros es la más larga de España, 160 km. Su nombre hace alusión a las antiguas minas de hierro de Teruel, y discurre en bajada atravesando el valle del río Palanca hasta la costa valenciana en Sagunto. Nosotros hicimos un pequeño tramo desde Jérica a Navajas: 12km y tardamos dos horas. Pasamos por un puente, tres túneles y cinco áreas de descanso desde donde pudimos contemplar el valle del pantano del Regajo y su embalse, bajo un cielo limpio y azul recortando el verde intenso del paisaje. ¡Todo un espectáculo para recordar!.
Salimos de Gandia a la hora prevista, bien equipados con ropa deportiva, mochilas, algún tentempié y agua para el camino. Tomamos dirección Valencia pasando por pueblos y paisajes de montañas que imponen, de verdes naranjales alineados hasta perderse en el infinito del mar, de llanuras de arrozales cubiertas por una bruma que nos acompañó todo el trayecto.
El sol se abrió en la provincia de Castellon al divisar la silueta de un precioso pueblo: Jerica, encaramado en un montículo al pie de un barranco, y apuntando al cielo, como un faro, su majestuosa torre mudéjar (Torre de las Campanas). ¡ Una foto de postal!.
Primera parada y almuerzo al sol, frente a la señorial fuente de Santa Águeda (XVIII). Desde allí emprendimos la caminata siguiendo la señalitica de la Via Verde.
Bajamos por el pueblo bordeando el río; aspiramos aire puro, abrimos la mente, relajamos músculos y nos dejamos sorprender con todo lo que encontramos en el camino. El paisaje es verde y denso, algunos chopos empiezan ya a amarillear anunciando el otoño.
El ritmo que cada uno marca hace que nos adelantemos o rezaguemos continuamente y es en los cruces donde intercambiamos impresiones y bromas haciendo la marcha amena y enriquecedora. La foto del grupo se hizo imprescindible en el mejor mirador y área de descanso. Después de comer en Segorbe regresamos a casa, cansados, pero felices y contentos. ¡Ganas de repetir pronto!.

Text: Ángela Artero
Fotos: Vicent Creus

















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